creamos juntos nuevas realidades

Taller de consultoría sistémica en Barcelona

El nuevo año ya está en marcha, ¿qué retos y obstáculos te importa transformar para que sea realmente exitoso?
 

Nos hace ilusión invitarte al taller de consultoría sistémica con constelaciones organizacionales y estructurales del próximo 5 de febrero a las 9:30. Éste es un espacio de 4 horas para que los directivos, empresarios, profesionales y emprendedores puedan trabajar sus tomas de decisión, hacer diagnósticos de las situaciones de sus proyectos, empresas, departamentos, sus proyectos profesionales, para encontrar soluciones a problemas o bien investigar escenarios posibles y ver cuáles son los más beneficiosos.
 
Te esperamos!

Para inscripciones y más detalles aquí: Taller consultoría sistémica Vision 3R

¿Eres digno de liderar a tu equipo?

Viendo las películas de superhéroes de la factoría Marvel me hizo pensar en los supuestos superhéroes de las organizaciones: los directivos, aquellos responsables de la toma de decisiones que permitirán que las cosechas de resultados sean abundantes y las aventuras para ofrecer valor al mercado sean exitosas.

Hoy hablaré de Thor y su martillo Mjölnir.

Thor, para hacerlo simple, es el todopoderoso dios nórdico del trueno y de la guerra por excelencia, protector de la humanidad y de sus cosechas. También es un superhéroe de la factoría Marvel. Por otro lado, Mjölnir (rayo) es el martillo de Thor, es indestructible y su herramienta preferida, que también le permite volar y controlar la meteorología.

Lo especial de Mjölnir es que tiene además unas condiciones muy restrictivas para su uso, inscritas en uno de sus lados: “Todo aquel que sostenga este martillo, si es digno, poseerá el poder de Thor”. Esto hace que casi nadie más que Thor lo pueda blandir, ni siquiera levantarlo del suelo. Solo aquel que sea digno.

Esta herramienta le permite mantener la paz en la tierra y defenderse de todo aquel que no tenga unas intenciones honorables.

Los directivos y managers de una organización tienen una gran responsabilidad y a su vez disponen de su propio Mjölnir, la mejor herramienta con que puede contar un superhéroe.

¿Qué es el Mjolnir dentro de la organización?

El talento de cada una de las personas que la forman, y que contiene:

  • La conexión con su propósito profesional.
  • El despliegue dinámico y efectivo de sus mejores habilidades.
  • Su compromiso: Esa energía con la que honro el propósito de mi empresa aportando, sumando mi visión a la de la empresa, poniendo mis competencias al servicio y retando mis dudas y desafíos con una mirada proactiva.

¿Desde dónde es imposible levantar el martillo?

  • No podré levantarlo solo desde un mapa mental de escasez: “Mi gente son un activo/un recurso y deben producir lo máximo siempre”: Muchas veces espero que mi equipo, dado que ya cobra un sueldo, tiene que estar siempre dispuesto y aportando al máximo.
  • No solo desde la posición de poder que me ofrece el organigrama.
  • No desde la posición de las gónadas: Intento de herramienta muy usada por el directivo “clásico”.

Porque cuando intentas movilizar a tu equipo desde cualquiera de estas posiciones solo consigues que usen sus habilidades a medio gas, y muy escasamente su compromiso.

¿Desde dónde podré generar rayos y truenos (resultados sobresalientes) con la energía de mi gente?

Si quiero blandir el Mjolnir y liderar el máximo potencial de la identidad, los valores y las competencias de cada uno de mis colaboradores no podré hacerlo desde un lugar en el exterior sino desde un nuevo lugar en mi interior.

Desde una definición interior de humildad, de curiosidad por la maestría de cada uno, desde mi humanidad:

  1. Buscando empatizar/comprender el propósito de cada colaborador.
  2. Maravillándome con sus talentos y habilidades, y gestionando las tareas y responsabilidades acordes a ellos. (No pondré a un coche de carreras a subir por una pista de montaña porque no le sacaré el mayor rendimiento y con el tiempo se estropeará).
  3. Desafiando las limitaciones que ellos pueden tener (o creen tener) y poniéndome a su disposición para aportar recursos para trascenderlas.

Sí, lo siento, este es el trabajo para el que firmaste cuando decidiste aceptar el cargo de Directivo o de manager. Si no te gusta o no alcanzas a ubicar tu “desde dónde” no serás digno de contar con la mejor contribución de tu gente.

Esta no es una modalidad que se aprende dentro de los niveles de cambio (que veremos en un futuro post) necesitas conectar con el nivel de identidad (¿quién soy yo como manager?) y con el de la visión (¿para quien más allá de mi estoy siendo directivo?).

Thor también yerra, se equivoca y pierde algunas batallas, pero lo que hace que siga pudiendo levantar y aprovechar su martillo es que tiene unos valores y una visión que van más allá de los obstáculos de la batalla concreta.

Además de focalizarse en sus propios objetivos es capaz de reconocer los errores, arrodillarse y aprender (pedir perdón), abrazar su vulnerabilidad y pedir ayuda: eso le hace digno e indestructible porque siempre aparece alguien para apoyarle.

Entonces, cuando llegas a tu trabajo cada mañana para movilizar a tu organización:

¿Cuál es el primer paso que das para ser digno de liderar tu equipo?

¿Cuáles son las condiciones con las que consigues levantar el Mjölnir de tu organización?

Por cierto, estos superpoderes no son sólo válidos para directivos y managers, sino para cualquier persona que para desempeñar su trabajo necesite colaborar y coordinarse con otros (colaboradores, clientes, proveedores, etc.) … o sea.. son válidos para todos.

Por último, muchas veces este superhéroe interno no acaba de aparecer porque está ocupado peleándose con otro coloso que os presentaré en el próximo post.

Muchas gracias por tu tiempo.

 

Visión y Ambición en las organizaciones: El concepto de visión, ¿está muerto? (parte 2)

En nuestro último post, expuse mi reflexión sobre una frase que me había sorprendido:

- El concepto de visión está muerto.

En él, hable de las 3 confusiones que yo creo que han dado pie a esta afirmación, que también he percibido en el trabajo con algunos de mis clientes:

  1. La mirada corta del concepto de visión.
  2. El uso limitado de la visión.
  3. La confusión entre visión y ambición de una organización.

Podéis leer el post completo aquí.

 

Creí oportuno introducir los conceptos de ego y alma para entendernos como individuos y también para entender a nuestras organizaciones y superar la tercera de las confusiones: la que se da entre visión y ambición. Para acabar, propuse reflexionar sobre cómo se relacionan el ego y el alma en nuestras organizaciones y cómo pueden mejorar nuestra visión y hacer que impregne nuestras decisiones y nuestras acciones. Hoy profundizaré sobre estos conceptos y defenderé el valor de la visión.

 

¿Cómo se relacionan el ego y el alma con mi organización?

 

- Ego de la organización: Podemos definir el ego como aquello constituido por los inversores y por los propietarios, cuya preocupación está en la subsistencia, en el rendimiento financiero y en el retorno de la inversión. Esto se refleja en la ambición de la organización y de sus miembros en términos de estatus y de nivel de desempeño.

- Alma de la organización: Es el valor que ofrece a sus clientes, a sus empleados y al entorno físico y social en el que se desenvuelve. Este valor está creado por la visión de la organización y la contribución única y distintiva de su misión y de la sus miembros con respecto a los sistemas de su alrededor.

El desempeño óptimo de una organización aparece cuando hay un equilibrio entre las dos partes y el ego está al servicio del alma. Cuando “vendemos nuestra alma por los beneficios del ego”, puede que tengamos éxito a corto plazo, pero estamos comprando entradas para una crisis a largo plazo.

 

¿Cómo puedo descubrir y definir un equilibrio entre el alma y el ego de mi organización?

 

Las preguntas principales con respecto al alma están ligadas a la visión y a la misión de la organización:

Visión:

1.- ¿Qué mundo quiere crear mi organización a través de ella, pero que va más allá de ella?

2.-¿Qué beneficios y contribuciones obtienen los clientes, la sociedad y el medio ambiente a través de la organización?

Misión:

1.-¿Cuál es la contribución única y diferencial de la organización para hacer que esta visión se alcance?

2.-¿Cuáles son los recursos especiales, las capacidades y acciones que mi organización va a desarrollar, movilizar y aplicar para alcanzar la visión?

 

Las preguntas principales con respecto al ego son las que están ligadas a la ambición y al rol de la organización:

Ambición:

¿Qué tipo de estatus y desempeño quiero que alcance mi organización con respecto a mis inversores y competidores?

Rol:

¿Qué tipo de organización necesitamos ser para conseguir el estatus y el nivel de desempeño que queremos alcanzar?

 

Las motivaciones más potentes son aquellas que combinan y alinean la visión, la misión, la ambición y el rol.

¿Qué indicadores me avisan de que hay un desequilibrio entre la ambición y la visión?

  • Cuando la visión empieza con las palabras: “Ser referentes en….”. Demuestra que estamos poniendo la ambición por delante de todo lo demás.
  • Una toma de decisiones a corto plazo, como reacción a las circunstancias del presente más inmediato y con poca conciencia del impacto en el sistema en el que se desenvuelve la organización (despidos masivos por unos malos resultados como primera opción, engaño a las agencias reguladoras y al cliente, prácticas ilegales, etc.)
  • El aislamiento de los departamentos de la organización, al estar centrados exclusivamente en sus objetivos, parciales. Y, por tanto, se da muy poca colaboración.
  • Un bajo nivel de compromiso de los colaboradores con la organización y con sus objetivos (baja toma de responsabilidad, baja proactividad, baja creatividad, etc.)
  • Un alto nivel de estrés de la dirección por cumplir minuto a minuto sus objetivos, que se traduce en una modalidad autoritaria de liderazgo que no favorece un mejor desempeño.

¿Cuáles son algunos beneficios de resucitar el concepto y el uso intensivo de la visión?

Una compañía que persigue una ambición sostenida por una visión poderosa y la usa, la práctica y la hace presente en su día a día se asegura los siguientes beneficios:

  • Disponer de un marco claro y útil para la toma de las decisiones estratégicas y también del día a día: ¿Esta propuesta que estamos pensando encaja en nuestra manera de ver el mundo o solo busca beneficios de la cuenta de resultados?
  • Cada profesional sabe cuál es el sentido último, o la visión, de su contribución a la compañía, y por ello puede reconocer su aportación y sentir el valor de su trabajo.
  • La proactividad se convierte en uno de los valores y motores del día a día. Si conocemos el marco en el que nos movemos y escogemos estar en nuestra empresa (no escoger es escoger), podemos proponer y aportar.
  • Una visión en acción, que esté presente en el día a día, sumada a darle sentido a mi trabajo, aumenta exponencialmente el nivel de motivación de los profesionales de la organización.
  • El mercado y los diferentes sistemas en los que sirve la organización la perciben como un contribuidor al desarrollo y al bienestar y no solo un “aprovechador” del sistema para su propio beneficio.

¿Qué más beneficios creéis que aparecen cuando una organización convive con una visión inspiradora alineada con una ambición saludable?

¿Qué más reflexiones pueden servir para sostener el equilibrio?

Muchas gracias por tu tiempo.